Alberto Alemán Zubieta rechazó gesto intimidatorio del presidente electo de EE.UU.

Luego de que Donald Trump amenazara a Panamá con retomar el control del canal interoceánico en su territorio, el exadministrador de la vía, Alberto Alemán Zubieta, calificó de desafortunadas las declaraciones del presidente electo de EE.UU. y aseveró que «el mundo puede estar completamente seguro de que el Canal siempre será administrado y operado exclusivamente por la República de Panamá».

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La víspera, en otro peldaño de un camino plagado de intimidaciones a otras naciones aun sin haberse juramentado, Trump dijo que EE.UU. puede recuperar el control del canal «si no se respetan» sus «principios». Consideró la infraestructura un activo vital para EE.UU. desde el punto de vista económico y militar, y cuestionó que Panamá cobre «ridículas» tarifas a buques del país norteamericano, lo cual consideró una «estafa«.

En una declaración difundida a través de la red social X, Alemán Zubieta defendió el derecho de Panamá a administrar la vía interoceánica de manera soberana. Manifestó que «la transferencia del Canal a Panamá fue un largo proceso de lucha, sacrificio, negociaciones complejas y esfuerzos históricos de ambos países«.

Recordó que dicho proceso «concluyó con la firma del Tratado Torrijos-Carter (7 de septiembre de 1977) en la sede de la OEA» (la Organización de Estados Americanos, que se encuentra en Washington) y que contó «con el apoyo de la mayoría de las naciones del mundo».

Las declaraciones del presidente electo Trump sobre el Canal de Panamá son desafortunadas.
 La transferencia del Canal a Panamá fue un largo proceso de lucha, sacrificio, negociaciones complejas y esfuerzos históricos de ambos países. Este proceso concluyó con la firma del…

— Alberto Alemán Z (@albertoalemanz) December 22, 2024

El experto dejó claro que «el Canal de Panamá es una ruta vital y estratégica para el comercio mundial. Por ello, los panameños desarrollamos un modelo de gestión que incluyó un título en nuestra Constitución que establece que constituye un patrimonio inalienable de la Nación panameña«.

Explicó que sus tarifas «se ajustan periódicamente mediante un proceso transparente e inclusivo, con la participación de todas las partes interesadas. Este ajuste se realiza a través de un sistema abierto de consultas públicas y en estricta concordancia con los tratados internacionales que regulan nuestra industria».

Alemán Zubieta, quien también impulsó la ampliación del Canal, puntualizó que durante 25 años su país «ha operado y administrado su Canal de manera eficiente y segura, manteniendo los más rigurosos estándares de excelencia para el beneficio nacional y del mundo entero que lo utiliza».

Añadió que «Panamá asumió el riesgo de ampliar y modernizar el Canal para satisfacer las necesidades contemporáneas y futuras, asegurando su competitividad y preeminencia en el comercio mundial».

Aseguró que ello fue un logro indiscutible de sus compatriotas. «Lo logramos los panameños con nuestra capacidad, creatividad, esfuerzo y recursos propios, lo que hoy permite al mundo contar con una infraestructura moderna adaptada a las necesidades de la industria del transporte marítimo, brindando enormes beneficios a todos nuestros usuarios y clientes«.

«El mundo puede estar completamente seguro de que el Canal siempre será administrado y operado exclusivamente por la República de Panamá», recalcó Alemán Zubieta.

Los mandatarios de Panamá, Omar Torrijos, y de EE.UU., Jimmy Carter, firmaron el acuerdo Torrijos-Carter el 7 de septiembre de 1977. Su texto concebía que el Canal de Panamá pasara de manera definitiva a control de la nación centroamericana a partir del 31 de diciembre de 1999, como ocurrió.

En cumplimiento del tratado, EE.UU. también tuvo que llevarse a Fort Benning, Georgia, la tenebrosa Escuela de las Américas, en que militares estadounidenses enseñaron a oficiales latinoamericanos sobre el uso de la tortura, las ejecuciones sumarias y otras violaciones de DD.HH. para «luchar» contra las guerrillas.

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